.png)
El Doctor Harold Shipman, también conocido como el Doctor Muerte, fue uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna del Reino Unido y del mundo. A lo largo de su carrera como médico, fue acusado de matar a más de 200 pacientes, aunque solo se pudieron corroborar 15 casos, más que suficientes para que un juzgado lo condenara.
Harold Shipman parecía ser el perfecto médico de familia: amable, respetado y dedicado a sus pacientes. Sin embargo, tras esa fachada de bondad, se escondía un oscuro secreto que tardaría muchos años en salir a la luz.
Según algunos informes, el trauma que sufrió Shipman cuando era adolescente podría haber sido un factor importante en su desarrollo como asesino en serie. A los 17 años, vio morir a su madre de cáncer de pulmón de manera lenta y dolorosa. El médico le administraba morfina para aliviar el dolor, lo que pudo haber dejado una impresión duradera en Shipman, al relacionar la inyección de morfina con la muerte.
Después de graduarse de médico desarrolló su macabro modus operandi, que sistemáticamente era siempre el mismo: visitaba a sus pacientes, que generalmente eran personas mayores, y les administraba una inyección de morfina en la cara. Luego, llamaba a un familiar para decirles que el paciente había muerto de manera repentina. En todos los casos, la causa de la muerte era atribuida a causas naturales.
En marzo de 1998, la Dr. Linda Reynolds, que trabajaba cerca de Shipman, comenzó a notar un incremento inusual en la tasa de mortalidad de los pacientes de su colega. La médica expresó su preocupación, al darse cuento que los pacientes no parecían enfermos cuando murieron.
Aunque Renolds tenía la sospecha de que algo muy oscuro ocurría con estos pacientes, era muy difícil detectar la causa de la muerte de esas personas, ya que la mayoría fueron encontrados en sus propios hogares, sentados mirando la televisión o en medio del living.
Pero no solo Reynolds tenía sospechas de los asesinato de Shipman, también el taxista John Shawn que solía llevar a pacientes de Shipman hasta su consultorio, también notó que muchos de ellos estaba sanos y al poco tiempo morían. Shawn sospechaba que 21 pacientes habían muerto gozando de buena salud, por lo que informó a la policía, pero sin tener pruebas, solo sospechas.
Fue gracias a un hecho sospechoso que la policía comenzó a investigar a Harold Shipman. Un extraño episodio con una de sus víctimas, Kathleen Grundy. La mujer, que murió el 24 de junio de 1998, le dejó al médico una suma de 386.000 libras en su testamento y, casualmente, murió bajo su cuidado. La hija hija de Grundy, Angela Woodruff, que era abogada le dijo a la policía que era muy extraño que le dejara ese dinero al medico y no a los familiares. Este hecho, junto a la denuncia del taxista despertó más sospechas por lo que la policía se montó en una ardua investigación en la que todo empezó a salir a flote, lo primero que se descubrió fue que había recibido una sobredosis de morfina. Los crímenes de Shipman finalmente fueron descubiertos tras este crimen.
Grundy, de 81 años, era una exalcaldesa de Hyde y una figura muy querida en la ciudad, donde trabajó para numerosas organizaciones benéficas. Era una mujer activa y sin problemas de salud graves, por lo que su muerte fue completamente inesperada. Su cuerpo fue exhumado el 01 de agosto de 1998 y se encontró morfina en sus tejidos musculares.
Después de esto, otras 11 personas fueron exhumadas durante un período de dos meses y compartían las mismas causas de muerte. Por eso, el médico fue juzgado en octubre de 1999 en el Tribunal de la Corona de Preston, acusado del asesinato de 15 pacientes.
En enero de 2000, fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua por asesinato y un cargo de falsificación, con la recomendación de que nunca fuera puesto en libertad. Una investigación llevada a cabo más tarde, en 2004, concluyó que había matado a más de 2oo pacientes, pero era imposible estar seguro del número exacto.
Tras el fallecimiento de una paciente, La policía examinó entonces otras muertes certificadas por Shipman y descubrió que en todas se había administrado una cantidad excesiva de morfina.
Finalmente, en 2000, Harold Shipman fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de los15 pacientes que se demostró que había matado. Sin embargo, se cree que el número real de víctimas podría ser mucho mayor. En 2004, Shipman se ahorcó en su celda, llevándose consigo los secretos de sus terribles crímenes.
.png){kind=small}
✅Sitio Web central
.jpg)
Comentarios
Publicar un comentario