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Ya nada nos sorprende de las dictaduras: cubanas, rusa, china, coreana del norte, iraní o venezolana, son exactamente iguales en la forma de proceder y perseguir a sus ciudadanos de la era soviética, sin importar en donde se encuentren los perseguidos, hasta allí llega el brazo ejecutor de estas dictaduras.
No terminamos de salir del asombro del secuestro de Rocío San Miguel, cuando nos conseguimos con este vil asesinato del teniente Ronald Ojeda Moreno de la FANB, quién por cumplir con su deber de ciudadano ejemplar al cumplir con su juramento de defender el país y la Constitución y, por ello denunció los vínculos del Alto Mando Militar, DGCIM y de áulicos y vividores del gobierno de Nicolás Maduro con la guerrilla colombiana, grupos organizados de delincuentes y de cómo los manuales de torturas, dictados desde Cuba, se aplican en Venezuela.
¿Cómo planificaron la ejecución del teniente venezolano? de la forma más vil que lo hacen los dictadores, una muerte por encargo, rápida, express, ya ni se preocupan por desaparecer el cuerpo, lo mataron de la forma más sanguinaria, con torturas como lo demuestra la autopsia, antes de la ejecución del crimen.
Algunas fuentes se sorprenden de la inseguridad de Chile que quedó al descubierto, la verdad que ante una dictadura no existe ninguna seguridad en ninguna parte del mundo. Ninguno de los cientos de militares o policías que han pedido asilo político en América Latina están seguros, ni siquiera muchos ciudadanos comunes están seguros en ningún rincón.
Yo me pregunto ¿Cuántos venezolanos de los que aparecen muertos en atracos o accidentes en las calles de Latinoamérica han sido asesinados? Me refiero al venezolano común que esta haciendo críticas al gobierno de Nicolás y no tiene dolientes cuando sus cuerpos caen en las calles por las balas de un "atraco" o las ruedas de un vehículo que perdió el control "arrollamiento accidental".
Las informaciones oficiales del caso desde el 21 de febrero cuando Ojeda es sacado a la fuerza de su residencia en Chile y, posteriormente, asesinado a las pocas de la extracción. “Unos 7 o 10 días de la muerte”, dijo el funcionario chileno, sobre las experticias hechas en la localidad de Maipú por la PDI y ECoh.
En esa dirección, expresó su inquietud el comisario venezolano Iván Simonovis en su cuenta X. Indicó que no tenía sentido una “operación tan complicada” para luego asesinarlo: “Por las prontas medidas que tomó el gobierno de Chile se hacía imposible sacar a Ojeda así que el gobierno de Venezuela ordenó la ejecución del teniente Ojeda”.
La mayoría de los analistas aseguran que fue un supuesto error de calculo al secuestrarlo y no poder sacarlo de Chile y ante la imposibilidad de una eventual liberación del teniente implicaba, no sólo que se confirmara la intervención de agentes de la DGCIM en suelo extranjero, sino que se conocería con nombres a los responsables o autores intelectuales del secuestro y de una serie de crímenes contra la disidencia venezolana, una de las tesis que maneja el general retirado, Antonio Rivero.
Rivero observó una participación del gobierno de Nicolás Maduro, a través de la inteligencia militar, con la participación de la delincuencia organizada presente en Chile, como es el Tren de Aragua.
“Fue una muerte por conveniencia”, afirmó otro oficial retirado.
Sin embargo, pienso que Antonio Rivero está equivocado y la intención era ajusticiarlo sin estas teorías de sacarlo del país y llevarlo a Venezuela.
Un documento importante el un manuscrito encontrado, hecho por Ojeda con la intención de que se convirtiera en un libro. En su contenido, describe desde las torturas al ser secuestrado en Venezuela en 2017 y acusado de un supuesto golpe de Estado; las vejaciones por no prestarse a la corrupción en la FANB; y entre capítulos, relata los hechos y los nombres de sus eventuales asesinos, de sus verdugos.
La historia de Ojeda ya forma parte del expediente de la Corte Internacional de Justicia, CPI, que investiga los delitos de lesa humanidad contra el gobierno de Maduro, porque él las consignó en su momento.
“Esto no es un libro; es una denuncia y una advertencia (…) Hoy vinieron por mí; mañana irán por ti”, alertó en el texto, de 122 páginas, que recoge aquel alerta en la Alemania Nazi, sobre lo que ocurriría en Venezuela, para cual anhela su liberación. “La Libertad nació sin apellidos.. Nació Libre como el viento, con nombre de mujer y pare hijos con sangre de libertad”, dijo.
Según información aparecida en los distintos medios de comunicación el relato consta de V capítulos. En el I, cuenta sobre el secuestro del cual fue víctima el 25 de marzo de 2017, 57 días después de haber sido colocado un punto de control en La Victoria, estado Apure, parte frontal de la planta de bombeo de Pdvsa.
En esta parte, revela la primera pista: “Estaba en una zona de vital importancia para grupos insurgentes, radicales, liderados por la FARC y el ELN, ligados al narcotráfico, secuestro, extorsión y contrabando”.
Y revela el nombre del “protector” de esos grupos, bajo las órdenes del Alto Militar por disposición de Miraflores. “En la 92 Brigada CARIBE ubicada en la población de Guasdualito estado Apure, el jefe de la unidad era el general de brigada, Ovidio Delgado Ramírez. Este personaje cumplía funciones con la organización y coordinación de los grupos armados de la guerrilla que se acantonan en la zona”, junto al segundo comandante de la Brigada, Marco Tulio Alvarez Yeyes (alias “Machetico”).
Las pruebas de la relación FANB-ELN fue recopilada durante su trabajo en Apure; en vídeos con el líder guerrillero, que reconoce la red de narcotráfico y corrupción desde la cúpula Castro-Chavista hasta la supervisión del “General Gallero” y el “Coronel Machetico”.En 2015, siendo segundo comandante de la 9209 Compañía de Francotiradores, Santa Cruz de Guacas, en Apure. comprobó los acuerdos entre militares con grupos irregulares en el contrabando de gasolina.
“Absolutamente toda actividad corrupta dentro de la institución militar obedece a una línea de mando”, indicó. “Puedo decir que de una forma armónica: la sociedad civil, Fuerzas Armadas, la FARC y el ELN; trabajaban de la mano; con auspicio de la elite política revolucionaria”.
“El negocio en la frontera se maneja así: Una parte va para el capitán (comandante de compañía); otra para el coronel segundo comandante de la brigada (Machetico); para el jefe de inteligencia de la brigada, para el DGCIM, para el SEBIN, la policía de Punta de Piedra, pero todo esto es ordenado por el general Ovidio que le damos el pago más grande. El resto lo repartimos entre nosotros.
“Si bien el alto mando militar cohabita y son los coordinadores en nuestro país de los grupos irregulares ya sean: ELN, FARC, Boliches, Paracos, ETC. Los cuadros medios y bajos son en su forma de pensar y actuar antagónicamente, mostrando el gran desprecio para con estos grupos guerrilleros”.
Los dos oficiales mencionados entregaron a Ojeda a la DGCIM, con el argumento de que participaba en una intentona, aunque el oficial -hoy asesinado- pensó que era parte del plan estratégico, dirigido desde la más alta cúpula del castro-chavismo, y personalmente dirigido por Maduro, Diosdado Cabello y Padrino Lopez, para lo cual utilizaron un “testigo estrella”, que no era otro que un agente del DGCIM, como consta en la ACTA DE DENUNCIA: N° DGCIM-DEIPC: 018.2017, de fecha 27 de marzo 2017.
En este documento, se señala: “DATOS DEL DENUNCIANTE. NOMBRES Y APELLIDOS: WOLFGANG MOLERO GARCIA. PROFESIÓN U OFICIO: Militar activo con el grado de TENIENTE DEL EJÉRCITO NACIONAL BOLIVARIANO”.
Molero es calificado en la FANB como indisciplinado e inmoral. “Era uno de los más sádicos; amante del sufrimiento y castigo que le podía general a los subalternos”, advirtió Ojeda.
En el manuscrito, califica la actuación de los jerarcas militares: “Una cúpula militar complaciente, servil, que maniobra todos los eslabones de una cadena de suministros inmorales. Estos generales se han transformado en una mafia que no pueden doblegarse a un sistema que cada día toma más fuerza. La cúpula militar, crea las condiciones de dominio y espionaje que en un tiempo no muy lejano, ellos mismos tendrán que huir”.
El teniente Ojeda describió las torturas en la sede de la DGCIM como “el Gulag Castro-Chavista”, en alusión a los campos de exterminio de la antigua URSS y los usados por los nazis contra los judíos en la II Guerra Mundial. En Boleíta, fue interrogado por el coronel Franco Quintero, jefe de investigaciones del DGCIM.
“La represión, controlada por el Coronel Franco Quintero jefe de investigaciones, quien seguía instrucciones del general Hernández Dalas y la élite Castro-Chavista. Uno de los que siempre estuvo al tanto del caso que se ejecutaba contra la promoción 2012 fue Diosdado Cabello”, revela. En el escrito, precisa que existe una “casa de torturas” en San Bernardino, en Caracas, que opera con colectivos y la DGCIM. Sin embargo, la jueza que llevó su caso desestimó esa denuncia, así como el robo de sus celulares y computador portátil y contra el general Ovidio.
El Chavismo forma militares sumisos “No éramos formados militarmente, éramos politizados e ideologizados, con una doctrina que poco a poco se nos fue imponiendo. Se hablaba de populares ”ejemplares” que eran plasmados como salvadores y redentores en la revolución: El Che Guevara, Fidel Castro, Zamora, Simón Bolívar, Allende, Perón, Sandino, Noriega ( más en la actualidad; Hugo Chavez) (…) El producto final de cuatro años de formación militante: es un ser totalmente sumiso, sin las capacidades idóneas para los futuros cargos, la meritocracia queda totalmente excluida en el desempeño de las funciones, solo basta adular al sistema y al líder, para ganar algún cargo, puesto de preferencia o futuros ascensos. El militar no es fiel a la Constitución, principios, códigos o legado. Solo obedecerá al poder del partido.
Desconoce la existencia de la Patria, Nación o Estado; para él solo existe el partido, por que el partido así lo desea. En esto me había transformado. Solo esperaban recíprocamente mi actuar. Que no lo fue”, explica sobre su rebeldía ante lo que pasa en la FANB.
El documento manuscrito continúa señalando los múltiples enlaces con la guerrilla de Colombia con militares venezolanos a los que menciona con nombre. apellido y grado militar, así como detalles de sus actividades delictivas y datos de interés.
En resumen, yo no voy a ponerme dejar interrogantes ridículas como las que hacen los periodistas quienes se preguntan o dejan interrogantes sobre el ingreso y el plan que tenían los secuestradores, la realidad es que los esbirros de Maduro penetraron en Chile y asesinaron al teniente Ojeda sin ninguna compasión.
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